Uno de los platos que más ha marcado mi juventud ha sido la carne con salsa de mostaza. Se puede decir que este es el primer plato elaborado que probé y que, tras un par de dudas, me gustó.

Además de ser una delicia que no deja a nadie indiferente, los productos necesarios para elaborarlo no son para nada, inaccesibles para el común de los mortales.

Este plato es ideal para una comida de sábado. Tras un pequeño paseo para conseguir los ingredientes, la preparación no dura más de media hora.

Tenemos que conseguir un buen redondo de solomillo que salpimentaremos antes de cortarlo en filetes de tres dedos de grosor. sellaremos en la sartén con abundancia de mantequilla y lo reservamos para más adelante.

Con el jugo que habrá dejado junto a la mantequilla que habrá quedado frita, añadimos un tercio de un pote de mostaza tradicional de Dijon y dejamos que quede frita. Cómo más frita quede, más sabor tendrá la salsa. Añadimos un poco de cognac y dejamos que se evapore antes de añadir salsa Perrins i una buena cantidad de crema de leche. Cómo más crema añadamos, más ligera nos quedará la salsa. Para mi, el punto ideal es cuando la salsa adquiere un color entre el beige i el amarillo claro.

Una vez hecha la salsa, añadimos los filetes reservados para mezclarlo todo.

Junto a un poco de arroz basmati, servimos la carne con su salsa. ¡Que no falte el pan para aprovechar toda la salsa que hemos hecho!

montatge final

mostassa

No olvidéis compartir esto con vuestros amigos via Facebook o Twitter, en vuestras cenas y comidas lo agradeceréis 🙂

Bon appétit!