Hola a tod@s!

Hoy vamos a hablar de un plato típico de mi familia que se parece pero no es tortilla de patatas :), hablamos de patatas con huevos.

Vale, parece extraño por lo que lo primero es lo primero, expliquemos la diferencia. Nuestra intención aquí no es hacer una tortilla sino únicamente hacer que las patatas fritas se queden impregnadas del jugo del huevo. Es más o menos un plato a medio camino entre unos huevos estrellados y una tortilla de patatas.

Para hacer este plato, nos harán falta pocos ingredientes, patatas y huevos. Para este plato, yo he usado tres patatas medianas y dos huevos. Por lo tanto podéis seguir la regla de un huevo por cada patata y media o por cada dos patatas. Cómo en la mayor parte de las recetas, el ojímetro es vuestro mejor aliado ;).

En primer lugar, cortamos las patatas a dados más o menos grandes, del tamaño de un pulgar.

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Una vez cortadas, pasad a freírlas. No hace falta que queden muy crujientes porqué con la mezcla del huevo se ablandarán.

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Una vez fritas, las pasamos a mezclarlas con dos huevos batidos como si estuviésemos haciendo una tortilla y salpimentamos. Seguidamente, pasamos a mezclar el huevo con las patatas procurando con todas estas quedan mojadas por el huevo.

Una vez el huevo esta mezclado, vertimos la mezcla en una paella sin haberla calentado previamente. Ponemos la paella sobre el fuego al mínimo y dejamos que lentamente se vaya cociendo el huevo. No tengáis prisa y procurad remover todo el rato. A medida que se vaya calentando la paella, el huevo se hará cada vez más pastoso y pegajoso. Cuando todo el huevo se haya pegado a las patatas, el plato estará listo para degustar :).

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Como podéis observar, todas las patatas tiene una especie de fina capa de huevo pegada a ellas. Cuando conseguís esto, estaréis a punto de disfrutar de un plato para chuparse los dedos!

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Bon profit!

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