Hoy quiero compartir con vosotros uno de mis postres favoritos: el cheescake con mermelada de frutas del bosque.
Ingredientes:
250 ml de crema de leche
250 ml de leche entera o vaporizada
400 grs de queso Philadelphia
250 grs de queso Mascarpone
175 grs de azúcar
El zumo de una lima
250 grs de galletas Digestive
100 grs de mantequilla
6 láminas de gelatina para el queso y 4 más para la cobertura
200 grs de mermelada de frutas del bosque (o del sabor que más os guste)
50 ml de agua
Preparar un molde con papel de horno – si es desmontable mucho mejor -. Para que el papel quede bien pegado podéis untar las paredes del molde con un poco de mantequilla derretida.
Triturar las galletas con un robot de cocina hasta que queden bien finas y añadir la mantequilla previamente derretida. También podéis triturar las galletas poniéndolas en una bolsa de plástico bien cerrada y ayudándoos de una botella. Mezclar y verter en la base del molde presionando bien para que quede lo más compacto posible. Para evitar que luego se desmenuce, meterlo unos 10 minutos en el congelador o frigorífico.
En un bol ponemos la leche entera o vaporizada, la crema de leche, el mascarpone, el queso Philadelphia, el zumo de lima, y el azúcar. Remover bien hasta que quede una masa homogénea y calentarlo en una cazuela hasta que empiece a hervir. Apagamos el fuego y añadimos 6 láminas previamente hidratadas. Removemos hasta que se hayan disuelto y abocamos la mezcla en el molde. Para que cuaje bien debe estar un mínimo de 4 horas en el frigorífico.
Para la cubertura, añadir la mermelada en una cazuela junto con el agua y a la que empieza a hervir, dejar 5 minutos y retirar del fuego. Ponemos las 3 láminas de gelatina previamente hidratadas con agua fría y removemos. Sólo faltará verterlo en el molde y dejarlo un tiempo más en el frigorífico.
Seguro que existen muchas formas de hacer un pastel de queso pero esta receta es, sin duda, la que mejor me ha funcionado.
¡A ver si os animáis a probarla!