Cuando viajas por el mundo y dices que vienes de Barcelona o de España, en el momento en que hablas de comida, se acaba comentando el jamón, la paella o la tortilla de patatas, Aunque estos tres platos son un símbolo, existe una gran olvidada, la croqueta.
En ninguna parte del mundo que he recorrido se habla de las croquetas y sin embargo para mí, es de los platos más genuinos de la tradición culinaria española. Simple, barato y con una inmensa cantidad de variantes, la croqueta ofrece al cocinero, muchas opciones y con un resultado siempre exitoso.
Por si no os habéis dado cuenta, hoy cocinamos croquetas, y como tenía un pollo en la nevera, vamos a hacer las croquetas de siempre, las de pollo!
En primer lugar, tenemos que desmenuzar un pollo (400gr aprox) y triturarlo. Personalmente le he quitado la piel al pollo pero creo que ha sido un error ya que le resta sabor.
Por otro lado, ponemos en un bol 500ml de leche, 100gr de harina, 50gr de Maizena, 3 yemas de huevo, salpimentamos y lo batimos todo para que homogéneo.
Una vez el pollo triturado, sofreímos un poco de cebolla, también triturada. Una vez la cebolla empieza a dorarse, añadimos el pollo y lo mezclamos todo durante 1 minuto. Terminado el minuto, vertimos la mezcla del bol.
Vamos removiendo la massa hasta que se despegue de la sartén al removerlo con la cuchara. Cuando esto ocurra, apagamos el fuego y dejamos que la masa repose.
Una vez reposada, le damos forma de croqueta a la masa y la rebozamos usando las claras de los 3 huevos que hemos usado anteriormente.
Ya solo nos queda freír las croquetas y disfrutarlas 🙂
Plato perfecto para cualquier día del año. ¡Que aproveche!
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